El método Arufe
Cómo usar metodologías de enseñanza activa en clase de español
Hace unas semanas, leímos una entrevista a Víctor Arufe, reconocido como "Mejor profesor del año 2017” por Educa. Y, bajo el titular "El revolucionario método del profesor Víctor”, no pudimos resistirnos a conocer todo lo que este profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de A Coruña tenía que contarnos.
Su propuesta o método es muy provocativo, en el buen sentido de la palabra, claro: su intención es remover algo dentro de las mentes de sus estudiantes (futuros profesores de educación física) para que descubran que la enseñanza es un concepto muy amplio y relativo, y que hay fórmulas que funcionan muy bien aunque no respondan a la estructura universal de una clase magistral. Victor defiende que el estudiante debe ser un agente activo en clase, tiene que “hacer”, no solo “escuchar”, y nosotros no podíamos estar más de acuerdo con esta premisa. La base de la metodología de enseñanza activa.
De todo lo que explica Víctor en la entrevista, queremos destacar el uso de referencias culturales audiovisuales reconocibles por sus estudiantes (programas de televisión o videojuegos) para realizar actividades y dinámicas en clase. Algunas son difíciles de extrapolar al ámbito ELE, como realizar una partida de Fornite en un gimnasio, pero dos de sus propuestas sí que pueden llevarse a cabo en la clase de español para poner en práctica conocimientos adquiridos con un enfoque más novedoso.
Propuesta: First dates
En este programa de televisión, somos espectadores de las “primeras citas” que ocurren en un restaurante. El programa empareja a los asistentes según sus gustos, su forma de ser… sus filias y sus fobias, vamos. Y, al final, cada uno decide si quiere seguir conociendo a su emparejado.
Para tratarlo en clase de español, nos da pie a que nuestros alumnos escriban un texto de presentación para enviar a un “servicio que te encuentre la pareja perfecta”. Y si seguimos el método de Víctor, podemos lanzarlos al aire para después leerlos en voz alta e intentar encontrar la pareja perfecta para cada solicitud anónima.
También podemos jugar con la realidad de muchas de estas situaciones: la tensión y los silencios incómodos. Podemos hacer grupos y encargarles que escriban una situación con diálogo, lo más divertida o surrealista posible, sobre una primera cita a ciegas. Podéis ver un ejemplo en este vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=HyPgKUx-J6Y
Propuesta: Masterchef
Este talent-culinario tiene mayor alcance internacional, ya sea en su versión normal (con concursantes anónimos), en su versión infantil, o en la de los famosos. De él, el profesor, coge la idea de las tres pruebas y el trabajo por equipos, para conformar un resultado final:
“Les digo que formen grupos de cinco personas y les doy 30 minutos para elaborar el plato. Cuando digo ‘¡YA’!, acuden a una mesa donde hay unos sobres. Allí, ven el tema que les toca desarrollar. Después, van a otra mesa y cogen los apuntes que les corresponden. Se juntan, elaboran un Power Point (el plato) y lo presentan ante la clase. Yo y el resto de alumnos somos los jueces.”
Hay infinidad de posibilidades para la clase de español. A nosotros se nos ha ocurrido utilizar esta metodología de enseñanza activa en la clase de cultura: En cada sobre, puede aparecer un personaje histórico, para el que, nuestros alumnos, tendrán que encontrar tres imágenes representativas de quienes son o han sido. A continuación tendrán que explicar por qué han elegido esas imágenes y describir el carácter y el físico del personaje usando el imperfecto. Si hay tiempo pueden hacer una mini biografía usando el indefinido de la manera que más os guste: oralmente, con power point, en vídeo, teatro…
¿Qué propuestas se os ocurren a vosotros?
Al final, lo que hemos aprendido con Víctor es que merece la pena arriesgarse con nuevas metodologías por extravagantes que parezcan. Porque la “clase” es algo vivo y flexible, y nuestros estudiantes valorarán y agradecerán que incentivemos su pensamiento crítico y su creatividad.